Monday 31 August 2015

109 Eterović Mirko, Profesor (1913-2001)

Eterović Mirko, Profesor (1913-2001)

El Profesor Mirko Eteroviċ (1913-2001) nació en el pueblo de Pušišće de la isla de Brač, en el seno de una numerosa familia de campesinos. Sus padres habían emigrado a EE.UU. pero, luego de diez años habían retornado a Croacia donde nacieron siete de sus ocho hijos. Con el tiempo, los hermanos Eterovic emigrarían por los cinco continentes.

Su instrucción comienza en su pueblo con el primario y luego se traslada al continente, más precisamente a Široki Brijeg (Herzegovina) donde cursa y termina el secundario en el colegio de enseñanza clásica de los Padres Franciscanos. En 1933 se inscribe en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Zagreb y en 1938 egresa como Licenciado en Filosofía Clásica (Latín y Griego). Durante siete años se desempeña como docente en los colegios de orientación clásica en las ciudades de Zagreb y Nova Gradiška.

Cuando se ve obligado emigrar en 1945, deja a Croacia y es trasladado al campo de refugiados de Fermo, Italia, donde enseña idiomas (francés, alemán e inglés) a los demás refugiados.

Al abandonar Croacia también sufre el tener que dejar a su mujer y sus dos hijas, con las que se reencontraría diez años después en la Argentina, tierra en la cual nació su único hijo varón.

En 1947 se embarca en el puerto de Marsella, Francia, junto a otros compatriotas con destino a la Argentina. Aquí desarrolla, primero, una función de traductor para otros doscientos intelectuales croatas que realizaban junto a él trabajos de albañilería para la construcción del barrio Evita cerca del aeropuerto de Ezeiza. En una oportunidad, el por entonces Ministro de Obras Públicas, General Pistarini, tomó de este grupo a sesenta para su ministerio, pero el Prof. Eterović no fue beneficiado.

Continuando con sus oficios, entra en el colegio La Salle de Buenos Aires, donde realiza trabajos de maestranza. Cierto día, un alumno se había quedado después de hora con sus tareas de latín que lo tenían a mal traer. Mientras él estudiaba se le acercó un empleado extranjero que le preguntó sobre su tarea. El alumno sólo atinó a reírse de la pregunta de este hombre que servía a los alumnos. Pero bastaron unas palabras para que el alumno cambiara su risa por un gesto de admiración. Inmediatamente esto se supo en las autoridades del colegio, que le ofrecen un puesto al surgir una vacante de profesor de latín en la filial de Córdoba. De esta manera el Prof. Eteroviċ se traslada hacia nuestra ciudad.

En 1953 revalida sus títulos universitarios en la Universidad Nacional de Córdoba, con la cual quedó ligado activamente durante tres décadas (1954-1984) desempeñándose como profesor de Letras Clásicas en dicha Universidad y en la Universidad Católica de Córdoba.

Toda su carrera la dedicó a la educación humanista. En la Escuela Superior de Lenguas fue uno de los fundadores del Profesorado de Lenguas Clásicas y titular de las cátedras: Lingüística Griega, Latina y Románica; Lengua y Cultura Griega y Lengua y Cultura Latina; además dictó clases como profesor de alemán, inglés e italiano en la comparación contrastiva de estos idiomas. Siguiendo con su carrera de educador, fue fundador y profesor titular de la carrera de Letras Clásicas de Córdoba (1968-1986). Aquí ejerció las cátedras de Lingüística Sánscrita, Griega y Latina, Literatura Latina, Estilística Latina y Metodología de la Investigación Filológica.

El Prof. Eteroviċ, no sólo trabajó en la Universidad Nacional, sino que también tuvo horas cátedra en la Universidad Católica. Fue profesor encargado de Latín y Griego (1956-1960) y luego profesor fundador y conductor de la “carrera de Filología Clásica”, más tarde llamada “Escuela de Letras Clásicas”.

En 1971 le fue otorgado el título académico de Profesor Catedrático por haber creado, estructurado y dirigido, desde 1960 hasta 1971, la carrera de Letras Clásicas, inexistente en el país con anterioridad, en donde se formaron los primeros profesores y licenciados de Letras Clásicas en la Universidad Católica..

De sus trabajos científicos se destacan “Lexicón- Diccionario Griego-Latino-Castellano Etimológico” y “La educación humanista”. Además fue cofundador de varios bachilleratos humanistas.

En una entrevista concedida al diario “La Voz del Interior”, manifiesta que “El ser humano no es una fracción, es una unidad. Tenemos que integrarlo en lo que se llaman las cinco órbitas interdependientes, imprescindibles para una educación definitiva; la órbita ético moral, es decir el sentido espiritual; la intelectual o mental; social, porque el hombre no es un lobo solitario; la estética, que es integración emocional, y por fin, la física o corporal”.

Respetado y admirado por sus alumnos y sus pares, es reconocido por sus miles de alumnos como un profesor exigente y con un gran bagaje de conocimientos.

•  Eterović, Mirko, La República Argentina y su inmigración, Studia Croatica, 1982, 84-85, pp 37-39.
•  Eterović, Mirko, Virgilio - El forjador del espíritu Occidental. Universidad Nacional de Córdoba, Argentina, p. 33 (Branko Kadic), Studia Croatica, 1987, 104, p. 93.
•  Redacción, Prof. univ. Mirko Eterovic - renovador y propugnador de la educación humanista y de estudios clásicos en Córdoba, Studia Croatica, 1990, 116-117, pp 65-67.

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